El oído absoluto (Revista Paquidermo)
Luis Chaves
Las noches de jueves jugábamos fútbol 5 (a veces fútbol 7) en un club cerca del Abasto en Buenos Aires. El Open Gallo. Era un grupo de escritores reunidos por el deporte rey. Funes era el crack. Muchos otros (Llach, Incardona, Casas, Zaidenwerg) tenían pasta de mejengueros. Yo me encontraba, creo, en la fila estándar. Y luego estaba el par que iba por amistad y entusiasmo pero que caminaban sobre patas de palo. Una vez llegamos nueve más uno que iba solamente a tomar fotos, vestido de civil. Se vio obligado a incorporarse para completar los equipos. Sus jeans y camisa fueron como un pilot fosforescente, el neón que lo seguía durante el partido señalando al lagarto enyesado. Les presento a Pedro Mairal [SIGUE ACÁ]