Me pasó algo raro en el vuelo a Colombia. Abrí la revista Panorama, de Copa, y me encontré con lo que muestro acá abajo en el video. Me acordaba de haber cedido los derechos hacía tiempo a una aerolínea, pero había olvidado a cuál.
Cuando estaba literalmente en las nubes del ego complacido, mi vecino de asiento agarró su revista y al rato llegó a mi cuento. Me imaginé que al leerlo se emocionaba y que antes de bajar le contaba que yo era el autor. Vi que lo empezaba, después pasó las páginas rápido sin leer y encajó la revista en el bolsillo del asiento. El mundo se equilibra solo.
p. mairal